Nada Justifica el Maltrato
- Breve Descripción
- Marco Institucional
- Problemas Detectados
- Enfoque de abordajes
- Objetivos
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El proyecto “Nada justifica el maltrato” es una iniciativa que se implementó en el Municipio de Barrancabermeja, en Colombia, con el objetivo de reducir los índices de maltrato intrafamiliar. En primer lugar, el proyecto incluyó la realización de un diagnóstico de cultura ciudadana, la priorización por parte de los ciudadanos de los comportamientos más problemáticos a nivel de convivencia y posteriormente, el diseño y aplicación de estrategias de intervención para el cambio de comportamientos.
Dentro de este proceso se diseñaron y ejecutaron programas encaminados a generar cambios de comportamiento con respecto al maltrato intrafamiliar. Entre estos programas se destacaron los silbatos contra el maltrato, los foros-teatro con representaciones de escenas de maltrato intrafamiliar, las vacunas contra la violencia, la jornada “Hora cero” y la línea Celan (Celos Anónimos).
Los ciudadanos de Barrancabermeja se involucraron en los programas haciéndose participes de las actividades colectivas y usando las herramientas para la mutua y auto regulación.
El Proyecto es desarrollado por la Secretaría de Salud de Barrancabermeja, con el apoyo de la Empresa Ecopetrol, bajo el diseño, asesoramiento y acompañamiento técnico del Centro de Estudios “Corpovisionarios”.
El municipio realizó un pedido de diagnóstico a Corpovisionarios que, después de una primera investigación, concluyó que uno de los comportamientos que más peso tiene en la vida social de los municipios colombianos es la violencia en las familias o, más específicamente, la violencia de pareja. Según Medicina Legal, por cada 100.000 habitantes hay 197 casos de violencia intrafamiliar.
A consecuencia de los celos y según confirman las estadística del Instituto de Medicina Legal, Barrancabermeja es el primer municipio en Colombia con el mayor número de casos de violencia intrafamiliar y agresiones contra mujeres y menores. Por lo general durante décadas poca atención se prestó a situaciones como estas, que terminaron por convertirse en un problema mayúsculo de convivencia ciudadana. Esto a su vez fue reafirmado por los mismos ciudadanos de la ciudad, quienes realizaron un diagnóstico de sus principales problemáticas. En dicho diagnóstico se evidenció que la violencia familiar era un asunto que exigía una intervención rápida.
La metodología de trabajo que se utilizó en la intervención fue la idea de cambio de comportamientos a través de un giro en la cultura ciudadana. Lo que se buscó fue un reconocimiento colectivo del problema, así como la neutralización de las justificaciones para el maltrato por medio de la auto-regulación y mutua regulación.
El principal objetivo del proyecto es contar con información certera a través de un diagnóstico de cultura ciudadana para identificar comportamientos problemáticos prioritarios susceptibles de ser transformados mediante la auto-regulación y la mutua regulación entre ciudadanos. A partir de estos comportamientos, se procedió a diseñar y ejecutar planes de acciones de cambio cultural. En la experiencia “Nada justifica el maltrato” se buscó promover el rechazo social de la violencia de pareja e intrafamiliar y se atacaron las justificaciones culturales machistas del uso de la violencia en pareja.