Programa DARE: Drug Abuse Resistance Education (Educación contra el abuso de las drogas)

El DARE es un programa de la Fuerza Pública de Costa Rica, destinado a niños, niñas y adolescentes con el objetivo de prevenir el uso de drogas y estupefacientes. La ley 8093, decretada el 22 de febrero del 2001 es la que le da origen.

El programa busca la formación de una cultura antidroga, mediante la incorporación de objetivos, contenidos, lecciones y actividades que se implementan en instituciones educativas. La premisa del programa es abarcar todos los años de la educación general básica; desde el primer año de preescolar hasta el noveno en secundaria.

Además, se plantea el trabajo con padres y madres de familia, específicamente en tiempos no lectivos, para reforzar habilidades y el compromiso de cada hogar de fomentar la prevención. El proyecto se aplicó en varias localidades del país, con mayor presencia en la ciudad de Quesada.

El DARE es un programa estadounidense, aplicado en conjunto con la Fuerza Pública de Costa Rica. Se trabaja en conjunto con el sistema formal de educación, quienes brindan espacio para que los facilitadores concurran a las instituciones a dar las charlas. Estos facilitadores son oficiales que reciben un entrenamiento intensivo de más de 80 horas  en áreas como desarrollo de la niñez, manejo del salón de clase, técnicas de enseñanza  y técnicas para el mejoramiento de la comunicación..

La principal problemática que se quiso abordar con esta iniciativa era la alta incidencia de la droga en niños, niñas y jóvenes.

El enfoque utilizado para abordar la problemática fue la prevención y concientización de niños, niñas y adolescentes sobre los efectos nocivos del uso de drogas y el uso de la violencia como forma de relación social cotidiana.

El principal objetivo del programa es reducir y/o prevenir el uso y abuso de tabaco, alcohol, y sustancias estupefacientes, así como evitar uso de comportamientos violentos para resolver los conflictos en los niños, niñas y adolescentes de nuestro país, mediante cursos, charlas, capacitaciones y talleres, rindiendo cuenta de los logros, la eficiencia y la eficiencia de los programas implementados a sus principales patrocinadores.

Su objetivo general se constituye en “proporcionar a los niños y jóvenes información veraz sobre los efectos nocivos de las drogas y la violencia, para que al conocerla, sustentados en su propia inteligencia y voluntad, decidan mantenerse al margen de éstas, tendiendo con ello a reducir significativamente y/o eliminar el uso de alcohol, tabaco y otras drogas, así como el comportamiento violento en la gente joven.”

Sus objetivos específicos son los siguientes:

  • Prevenir en los niños, niñas y adolescentes de escuelas y colegios sobre el uso y abuso de las drogas legales e ilegales y otras sustancias tóxicas.
  • Concientizar a la población involucrada en la educación formal y no formal acerca de los efectos dañinos, las consecuencias de uso y experimentación de las drogas.
  • Identificar las formas que no impliquen violencia para resolver los desacuerdos y controlar las situaciones de enojo.
  • Brindar la información, orientación y aplicación de la Ley Penal Juvenil en nuestro país.
  • Familiarizar a los estudiantes con las leyes y reglamentos colegiales que tienen relación con el comportamiento sobre el uso y abuso de las drogas.
  • Fomentar en los estudiantes actitudes positivas que les ayuden a evitar involucrarse en pandillas juveniles.
  • Fortalecer las habilidades en la toma de decisiones y así enfrentar las presiones para usar drogas y rechazar los actos violentos.
  • Impartir conferencias a los padres de familia para incrementar los resultados en el área preventiva a través del vínculo familiar.