Barrios de Paz – Ser Paz

La Organización Ser Paz comenzó sus actividades el 4 de enero de 1999, previa una etapa de consulta y puesta en marcha de 8 meses en la que se identificó las áreas de acción y las propuestas específicas a ser desarrolladas. Se trataban de buscar alternativas positivas e innovadoras frente a la problemática juvenil de la ciudad de Guayaquil dada por las pandillas que tenían aterrada a la población y los factores de riesgo que implican a nivel nacional. Para ello, se eligió un sector de la ciudad, que tenía características comunitarias y culturales definidas, donde el problema de inseguridad era grave y la participación de jóvenes involucrados en pandillas, evidente. Se definió la ubicación y dimensiones (49 manzanas) del barrio. Se realizó un pacto de convivencia entre 5 agrupaciones diferentes del sector y estos grupos entregaron las armas en un reparto militar con la presencia de las autoridades militares, eclesiásticas, municipales y civiles. Con estas armas se comenzó a construir el monumento a la paz que será ubicado en un parque de la ciudad. Se organizó el campeonato de fútbol Paz Urbana, con la participación de 400 jóvenes de varias agrupaciones cuya final estuvo presidida por el alcalde.

Trabajando desde las escuelas de los barrios, se entrena a los jóvenes para que sean capaces de convertir sus barrios en “Barrios de Paz”. El proyecto beneficia, además, a aproximadamente 1000 familias que tenían nexos con los jóvenes ex pandilleros.

Actualmente las microempresas pertenecen a los propios chicos, porque demostraron que sí podían administrarlas. Entre los negocios que se crearon están una imprenta, una pizzería, una peluquería y un estudio de grabación musical. Además de esto, la organización barrial cuenta con 8 impulsores pandilleros, hombres y mujeres de los diferentes grupos, que recorren el barrio todos los días por las cuadras asignadas y promueven cursos y convivencias. Cada 15 días reparten el boletín informativo con las noticias del sector, redactado por los jefes de las organizaciones.

Los grupos de jóvenes organizados en pandillas más violentas se están uniendo al proceso y solicitan becas de estudio para terminar la secundaria y preparase para tener trabajo. El trabajo se está extendiendo a todo el país, región costa y sierra. A su vez en Quito han iniciado la legalización de los grupos más grandes. SER PAZ está mediando entre las diferentes facciones de los grupos internamente enfrentados.

La percepción de que los jóvenes pandilleros eran todos asesinos- delincuentes. Esta percepción era aceptada como válida por la ciudadanía y promovida por los medios de comunicación colectiva.

Barrios de Paz es llevado adelante por la Organización Ser Paz, la cual a su vez recibe apoyo del municipio de Guayaquil para poner en marcha los negocios donde ahora trabajan los jóvenes.

Los jóvenes de Ecuador carecen muchas veces de oportunidades para desarrollarse personalmente. De los 12 millones de habitantes, el 45% tiene menos de 21 años, y el 70% vive en la pobreza. Para muchos de ellos, la violencia forma parte de su día a día. En Guayaquil, la ciudad con el mayor índice de violencia, existen 1200 pandillas, 65000 pandilleros involucrados. Según la Defensa de Niños Internacional, 800.000 niños ecuatorianos trabajan en las calles. El 27% de ellos son agredidos por sus padres y un tercio han sufrido algún tipo de abuso sexual.

Era necesario generar alternativas para que los jóvenes nucleados en pandillas y envueltos en entornos violentos, pudieran salir de esos entornos y re-insertarse en el sistema educativo y laboral, además de cambiar la imagen que la sociedad se ha formado de los pandilleros, asociándolos directamente con comportamiento delictivos.

El enfoque se dirige a re-insertar Jóvenes Pandilleros/as y Grupos Vulnerables en riesgo a la Sociedad a través de la formación y la educación en áreas del conocimiento que les permitan generar sus propios micro-emprendimientos.

Con la iniciativa se buscó crear alternativas positivas e innovadoras frente a la problemática juvenil de la ciudad, dada por las pandillas que tenían aterrada a la población. Para esto, se incentiva a que los pandilleros abandonen las armas y consigan un trabajo que les permita subsistir, incentivándolos a crear su propia microempresa en una parte específica de la ciudad (denominada Barrios de Paz).